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María Belén Muñoz (37) y Cristina Muñoz (36) se conocieron en 2010 mientras trabajaban en Procter & Gamble (PG), multinacional que en esos años ya empezaba a integrar en su cultura el desafío de la equidad de género en sus cuarteles. Belén, ingeniera civil industrial de la PUC con un MBA en Oxford y Cristina, psicóloga de la Universidad Diego Portales, habían adquirido experiencia en recursos humanos. Y, ambas, madres de dos y tres hijos respectivamente, sabían por experiencia propia que volver al trabajo en las mismas condiciones se les hacía cuesta arriba.

 

Proyecto Moms, por tanto, nace de la vivencia personal de sus fundadoras, que vieron las necesidades desde las organizaciones, liderando los equipos de reclutamiento y selección y las estrategias de diversidad e inclusión para nueve mercados en Latinoamérica, y por otro lado vivir la experiencia de ser mamá.

 

Así, decidieron dar el paso y emprender. Con un capital inicial de $ 10 millones dieron vida a una plataforma que ayuda a generar los espacios que las mujeres necesitan y, en paralelo, ayuda a las organizaciones a encontrar al mejor talento trayendo de regreso al mundo laboral a más mujeres generando cambios culturales en las organizaciones.

 

En 2019, de la mano del programa TSF9 de StartUp Chile, fueron seleccionadas entre los 10 mejores emprendimientos y obtuvieron el 2º lugar en la competencia Female Circle 2019. En octubre del mismo año fue la plataforma oficial del evento Energía + Mujer, promovido por los ministerios de Energía y de la Mujer.

 

El 43% que deja sus carreras

 

“Yo venía llegando de Inglaterra a fines del 2017 y le comenté a Cristina cómo funcionaban las compañías allá y que deberíamos convertirnos en una fuente de talento femenino para las empresas que estaban empezando a incluirlas”, señala Belén. ¿Pero cómo cambiar esa cultura? El desafío estaba en conectar ambos mundos; el empresarial que buscaba mayor representatividad femenina, con quienes habían optado por detener sus carreras pero con ganas de trabajar.

 

Según el estudio publicado por el Harvard Business Review, el 43% de las mujeres dejan la vida profesional cuando son madres, y el 75% regresaría con algún tipo de flexibilidad. Sin embargo, esa oportunidad no es efectiva para todas las mujeres, y varias desisten de buscar empleo, saliendo finalmente del mercado laboral. Con la pandemia, la situación fue aún más crítica, con una baja de más de 10 puntos, llegando a 37,1% según el INE 2020.

 

Por otro lado, las empresas hoy tienen solo un 7% de representación femenina en posiciones C Level -puestos de alta dirección-, buscando aumentar la cuota de talento femenino para lograr mejores resultados y hasta un 15% más de rentabilidad, según lo estableció un estudio de McKinsey en 2018.

 

“No todas las mujeres quieren trabajar medio tiempo. Ese es un mito mal instalado”, señala Cristina. “Hay muchas que quieren trabajar jornadas completas, pero con la flexibilidad para salir a buscar a sus hijos, de teletrabajar o de ejercer solo en proyectos acotados”. Así fueron dándose cuenta de que habría potenciales matchs entre empresas y mujeres profesionales dispuestas a enrolarse.

 

Mil mujeres inscritas

 

Con un capital inicial que obtuvieron del fondo TSF9 de StartUp Chile, crearon una página web donde el énfasis estuvo en hacer una campaña de marketing que atrajera a mujeres a inscribirse de manera sencilla y rápida. El primer mes se inscribieron mil, de un amplio espectro de profesiones: abogadas, ingenieras comerciales y profesoras, entre otras. Un año y medio después, a través de redes sociales como Instagram y Facebook, cuentan en su portafolio con más de 11.500 mujeres registradas. “Gracias a nuestra tecnología, las candidatas solo llenan su perfil una vez y se les contacta cada vez que existe una oportunidad para ellas”, dicen.

 

Por su parte, las organizaciones reciben una lista de candidatas y gracias a su algoritmo, basado en inteligencia artificial, entrega a las empresas un set de perfiles que hacen link con sus necesidades en solo 48 horas, con el fin de que sean contratadas y con ello aumentar el talento femenino al traer de regreso competencias que no encuentran en otro lugar. 

  

Modelo de negocios

 

El modelo de negocio lo diversificaron en tres modalidades: el primero es un porcentaje del sueldo bruto por contratación a través de Proyecto Moms; la segunda es una membresía en que además de ofrecerles el book de talento, los acompañan con seminarios, capacitaciones y material de apoyo en términos de contribuir a las buenas prácticas de la empresa. También ofrecen externalización de procesos de contabilidad, recursos humanos o capacitaciones para empresas.

 

La oferta incluye la participación en la plataforma y la posibilidad de recibir notificaciones cada vez que aparezca un trabajo que se adecúe a su perfil. Además, tienen la opción de participar en la comunidad de Proyecto Moms, que entrega contenido relevante en empleabilidad, y también webinars para el desarrollo de habilidades y mejor preparación para entrevistas de trabajo.

 

"Ofrecemos oportunidades laborales de tiempo completo, medio tiempo, por proyectos y freelance, lo que permite mayor flexibilidad en el diseño de organizaciones, junto con asegurar talento experimentado, y que a su vez proviene de las mejores universidades”, señala Belén. “Las organizaciones también se benefician del aumento de talento femenino, ya que muchas veces no reciben postulaciones de mujeres o son muy pocas”, agrega Cristina.

 

El algoritmo

  

A la fecha llevan 200 mujeres contratadas activamente en más de 25 clientes en Chile; entre ellos Kimberly Clark y BCI. El desafío está en expandirse. De las aproximadamente 50 entrevistas que se realizan al mes, 10 se concretan. Las multinacionales fueron las primeras en apostar por esta plataforma, pero ahora se han abierto a área de salud y educación.

 

En el área técnica lograron instalar a un grupo de mujeres en una compañía cervecera que supieran manejar grúas horquillas y, para ello, Proyecto Moms gestionó una capacitación y logró con éxito la contratación. En el caso de otra empresa que llevaba cinco meses reclutando a una ingeniera civil eléctrica, la dupla Muñoz-Muñoz lo logró en apenas cinco días. Y así. Han ido instalando a mujeres de otras nacionalidades, como holandesas, norteamericanas y venezolanas que llegan a Chile y les ha costado insertarse.

 

La facturación el 2019 fue de $ 30 millones, el 2020 la pandemia frenó muchos procesos, por lo que facturaron $ 20 millones y a marzo de este año ya llevan $ 23 millones. Con el objetivo de expandirse a más países de habla hispana como España, Perú, Colombia y México y escalar en términos de tecnología, se acercaron a la aceleradora de emprendimientos Broota para postular a un financiamiento de $ 165 millones -que se inició el lunes 29 de marzo-, de los cuales tienen recaudado el 41% a través de 29 inversionistas que ya se han comprometido.

 

A mediados de abril esperan cerrar la ronda por el 100%. Una de las principales inversionistas es Tina Rosenfeld, presidenta de Chile Global Angels, la red líder de inversionistas ángeles en Chile y Boris de los Ríos, ingeniero civil industrial PUC con un máster en administración pública de la universidad de Columbia, quien se sumó como socio a la compañía en 2019. En esta primera ronda se puede invertir desde $ 500 mil en una primera etapa, y luego $ 1 millón o más.

 

 

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Publicado: Domingo 11 de abril de 2021

Por: Isabel Ovalle